La odontología conservadora tiene como objetivo mantener los dientes naturales el mayor tiempo posible, evitando extracciones innecesarias. Se centra en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las lesiones dentales más comunes, como las caries o las fracturas, siempre con técnicas mínimamente invasivas y materiales estéticos de última generación.
La endodoncia, por su parte, permite salvar dientes dañados por caries profundas o infecciones en el nervio dental. Gracias a la tecnología rotatoria y a la anestesia local, hoy en día se trata de un procedimiento seguro, eficaz y prácticamente indoloro.
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La endodoncia consiste en limpiar y sellar el interior del diente cuando la caries o la infección llegan al nervio. Gracias a la tecnología rotatoria y al control radiográfico digital, realizamos el procedimiento de manera precisa, rápida y con la máxima seguridad.
Este tratamiento evita la extracción, conserva el diente natural y permite mantener la funcionalidad y la estética de la boca durante muchos años.
Previene la pérdida de dientes.
Elimina el sangrado y la inflamación de encías.
Disminuye el mal aliento y mejora la estética de la sonrisa.
Protege la salud general, ya que la periodontitis está relacionada con problemas cardiovasculares y diabetes.
Aporta estabilidad y bienestar a la boca.
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